Ojo cuando se juega el favorito

En la teoría, el caballo favorito de una carrera es un verdadero privilegiado. Mal que mal, es el ejemplar depositario de la confianza del público apostador, que a priori lo determina como el más apto para ganar una prueba. Se trata de una elección democrática y poco azarosa, en la que se conjugan un sinnúmero de factores. Por ejemplo, la calidad del animal, sus últimas actuaciones, el jinete que lo conduce y la partida que sorteó, entre otros elementos.

Contrario a lo que pudiera pensarse, el “elegido” por la mayoría no siempre responde a su cartel. O lo hace, pero en una baja proporción. Al menos así lo demuestra un análisis de lo ocurrido en noviembre y diciembre de 2009 en la hípica chilena, que comprende las citas disputadas en el Club Hípico de Santiago e Hipódromo Chile. Entre los dos recintos suman 499 competencias (en el período mencionado), de las que se desprenden datos y conclusiones dignos de revisar y analizar.

Favoritos al debe
El primer dato llamativo es el bajo número de favoritos que se imponen, en relación al total de carreras efectuadas. En total son 136 de 499, lo que equivale al 27,25 por ciento. Al examinar cada reducto en forma individual, el Club Hípico toma una leve ventaja: 72 de 260 (27,69 por ciento). En el Hipódromo Chile, el porcentaje sólo llega al 26,78 por ciento (64 de 239).

Otro dato curioso es el dividendo promedio de cada mes. En el caso del Club Hípico, el guarismo llega a 8,10 en noviembre, y baja a 7,85 en diciembre. Las cifras son levemente mayores en el Hipódromo Chile, y alcanzan los 9,24 y 9,34 para el mismo período. Si bien los dígitos no son excesivamente altos, apenas representarían lo que sería una cuarta o quinta opción en una carrera.

A la hora de individualizar cada jornada también se extrae un interesante dato: nunca los favoritos vencieron en más de la mitad de una reunión. En ese sentido, las mejores citas del Club Hípico se realizaron el 23 de noviembre y el 11 de diciembre, cuando triunfaron siete preferidos por el público en 18 carreras (38,89%). En este mismo tema, el 5 de noviembre y el 17 de diciembre fueron los días de los predilectos en el Hipódromo Chile, que se adjudicaron ocho de las 18 competencias (44,44%).

La hípica, un deporte impredecible
El análisis de las carreras clásicas en el Club Hípico marca una diferencia importante respecto al resto del estudio. A la inversa de lo que ocurre en pruebas condicionales y handicap, el apostador sí elige con mayor certeza al eventual ganador de un desafío. De lo contrario, no se explicaría que en nueve de los 12 clásicos de noviembre se haya impuesto el ejemplar más jugado del respectivo evento. Al respecto, la conclusión sería una sola: el público se equivoca menos en retos de este tipo, porque reúne a competidores de alto nivel, parejos y regulares. En definitiva, es más fácil “seguirles la línea”, como diría un hípico.

Contrario a lo que ocurre en el Club Hípico, el caso clásico en el Hipódromo Chile entrega datos que llaman a la reflexión. Sin ir más lejos, todos los porcentajes bajan en relación a las otras carreras. Según el rastreo, sólo dos favoritos tuvieron éxito en noviembre, de un total de 10 pruebas clásicas (20%). Peor aún es el registro de diciembre, en el que sólo uno de los equinos más cotizados por la afición pudo responder. Como hubo 14 clásicos, la cifra llega a un pobre 7,14% de efectividad. Los resultados invitan a relativizar aún más la supuesta asertividad de los hípicos con los caballos buenos.

Independiente de los números e informaciones analizadas, no es la idea de esta nota desacreditar a los animales favoritos. Tampoco se trata de hacer un llamado para no jugarlos. Simplemente, el objetivo es recalcar que la hípica es un deporte altamente impredecible. En definitiva, cualquier análisis o estudio previo (por más minucioso y concienzudo que sea) puede derrumbarse al momento de iniciarse una competencia. Un tropiezo del caballo en el recorrido, un mal día del jinete y hasta un tren de carrera desfavorable pueden alterar todo el panorama. Como para que nadie se prive del sueño a ganar.

La Nacion / DINGNews.com 19/01/2010