CAMARA ARGENTINA DE AGENCIAS DE TURF

28 de enero de 2010

Cuatro preguntas sobre un Hipódromo

Mijas, España.- ¿Es rentable un hipódromo?
Normalmente no. Un hipódromo, incluso abriendo únicamente en temporada, soporta gastos de mantenimiento todo el año, además de los inherentes a la organización, instalaciones, premios etc., que debe sostener con ayudas de firmas comerciales, apuestas internas, quiniela hípica en su caso o similares (véase el caso de Lasarte, Pineda o La Zarzuela). Pese a ello, cada ejercicio, precisan apoyo institucional para cuadrar sus balances.

¿Puede ser rentable un hipódromo?
Hoy día, con las apuestas externas y las nuevas tecnologías, sin duda sí. Por conexiones vía satélite se puede seguir en tiempo real una carrera de caballos en la Costa del Sol y apostar por ella desde un establecimiento en California; gracias a las nuevas tecnologías, un grupo de amigos puede estar en casa en Barcelona viendo por televisión las carreras de caballos de Mijas, apostar por teléfono hasta veinte segundos antes de que el caballo llegue a la meta, y recibir su premio -si lo obtiene- en su tarjeta Visa o en su cuenta bancaria si previamente así lo tiene concertado.

Todo ello genera una bolsa de posibilidades económicas de magnitudes incomparables a las habituales en los tradicionales eventos que abren unas perspectivas muy optimistas en cuanto a la rentabilidad de los hipódromos. Al mismo tiempo, existen mecanismos técnicos actualizados que permiten controlar fiscalmente éste tipo de apuestas y movimientos de capital por parte de la Administración del Estado.

Con la legislación actual, ¿es posible este tipo de apuestas?
La legislación actual permite vías que -con ciertas modificaciones y/o ampliaciones hacia la aceptación del uso de nuevas tecnologías no previstas por el legislador- puedan desarrollarse iniciativas como las indicadas anteriormente, pero quizás lo más importantes es que existe voluntad política por parte de autoridades autonómicas y de la administración del Estado para buscar soluciones al desarrollo de éstos mecanismos legales. Hay incluso excelente sintonía con las autoridades comunitarias para la coordinación legal con la normativa europea en un contexto único que recoja el control fiscal emanante del uso para apuestas de éstas nuevas tecnologías.

¿Tiene otra rentabilidad un hipódromo?
Un hipódromo, si consigue entrar en el circuito de apuestas vía satélite, el principal beneficio no está en que obtenga ingresos económicos por su participación en las mismas, sino esencialmente en el enorme beneficio de promoción turística para toda la zona. Se imaginan ustedes lo que significa que mientras se celebran carreras de caballos por la mañana en la Costa del Sol, en centenares de miles de restaurantes y establecimiento de ocio estén viendo nuestra Costa en directo ciudadanos de Corea, de Tokio o de Bangkok?, o que las carreras de caballos nocturnas que celebramos en Mijas, las puedan ver mientras almuerzan ciudadanos en directo desde Las Vegas o desde Los Ángeles, o apostar viendo en directo imágenes de Mijas desde los cientos de locales que hay en Oxford Street? ¿Imaginan lo que significa esa publicidad directa e indirectamente para nuestra Costa del Sol? Llevar a buen fin un proyecto de éste tipo requiera unas buenas instalaciones -bien ubicada-, ilusión y credibilidad.

Lamentablemente, las atípicas iniciativas adoptadas por la administración promotora del Hipódromo de la Costa del Sol -el Ayuntamiento de Mijas- en cuanto a adjudicaciones a empresas externas -aspecto en el que expresamente no quiero entrar- le han hecho perder casi absolutamente la credibilidad ante empresas relevantes del mundo hípico internacional. La nula ilusión por parte de la administración actuante, sinceramente la entiendo. En una situación de crisis como la actual, es lógico que un Ayuntamiento tenga otras prioridades más allá que empezar a discutir con gabinetes jurídicos, económicos o de domótica, autonómicos, estatales o comunitarios normas sobre apuestas hípicas, cualquier ciudadano lo entiende perfectamente y máxime cuando el Ayuntamiento carece de personal cualificado profesionalmente con experiencia en temas hípicos internacionales. No es su competencia directa.

Perdida la ilusión -justificada- y la credibilidad -circunstancial-, sólo le quedan las instalaciones. Si las privatizan o las pone en manos de terceros para fines distintos por circunstancias ajenas, se cerrarán definitivamente las puertas a que algún día se pueda recuperar la ilusión y credibilidad que muchas personas pusieron -pusimos- en una actividad que podía ser realmente importante para la Costa del Sol.

Diario Sur / DINGNews.com 28/01/2010

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